Dormir bien durante la menopausia no es un lujo, es una necesidad fisiológica. Los cambios hormonales —particularmente la disminución de estrógenos y progesterona— alteran la arquitectura del sueño, provocando insomnio, despertares frecuentes y fatiga crónica.
Esta etapa exige una atención profunda al descanso como pilar de una salud integral.
¿Sabías qué, según el estudio de SinReglas (2024), 1 de cada 2 mujeres reporta alteraciones significativas en el sueño durante esta etapa?
Durante menopausia, los niveles de progesterona disminuyen, afectando su efecto natural. Por otro lado, la baja en estrógenos impacta el centro regulador del sueño, aumenta la sensibilidad al estrés, y puede intensificar bochornos nocturnos que interrumpen el descanso.
No dormir bien no solo provoca cansancio. El sueño insuficiente se relaciona con alteraciones metabólicas, resistencia a la insulina, mayor riesgo de depresión y deterioro cognitivo.
Además, afecta la producción de melatonina, hormona clave para la regeneración celular y la modulación del eje hormonal.
También se agravan síntomas como:
En SinReglas entendemos que el sueño es un pilar clave en la transición menopáusica. No se trata solo de descansar, sino de regenerar, estabilizar y prevenir.
Escucha tu cuerpo. Prioriza tu descanso. Tu salud lo necesita.
Este artículo fue elaborado por el equipo editorial de SinReglas, una iniciativa comprometida con transformar la narrativa sobre la menopausia en México.
Si te ha gustado este blog te recomendamos mucho que vayas a visitar la guía de la menopausia de sin reglas, donde encontrarás todos aquellos síntomas de la menopausia más y menos conocidos para que puedas vivir esta etapa con más plenitud y conocimiento. Además, puedes encontrar más entradas de blog que te ayudarán a entender mejor tus síntomas y estrategias para afrontarlos.