Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Hablemos de nutrición: Keto

Fundamentos sobre las dietas cetogénicas y su uso: las dietas cetogénicas incrementan los niveles de colesterol HDL (el “bueno”) y generan reducciones significativas de las concentraciones de los triglicéridos, por lo que son consideradas como cardioprotectoras. Además mejoran el metabolismo de la glucosa, disminuyendo los niveles sanguíneos tanto de esta como de insulina, así como la presión arterial.

Las dietas cetogénicas se consideran efectivas en el tratamiento de diabetes mellitus tipo 2, para prevenir o retrasar la pérdida de masa magra corporal total y la sarcopenia (pérdida de masa, fuerza y funcionamiento de los músculos en los adultos mayores) que se asocian al envejecimiento, esto debido a que favorecen un balance proteico positivo, por su alto contenido de proteínas.

También provocan un mayor efecto de saciedad debido a que la grasa y las proteínas permanecen en el estómago durante un mayor periodo de tiempo, así como a la inhibición del apetito.

Las ventajas que presenta es un mayor efecto saciante, lo que puede disminuir la ingesta calórica, no afecta el perfil lipídico e incluso puede ayudar a mejorarlo, específicamente reduciendo el colesterol total y triglicéridos, así como aumentando los niveles de colesterol HDL “bueno”. Mientras que las desventajas son: limitación de la ingesta de vitaminas, minerales y fibra, que son muy importantes para el funcionamiento correcto del organismo, efectos adversos como estreñimiento, halitosis (mal aliento), diarrea, astenia (fatiga), calambres, entre otros. El seguimiento y adherencia a este tipo de dieta, no es fácil y requiere tener cierta preparación y conocimiento sobre la composición de los alimentos para no ingerir más carbohidratos de los que se tiene permitidos.

Entendiendo la Keto: Aproximadamente del 70% al 80% de tus calorías diarias deben provenir de grasas, 10% y el 20% de proteínas, y solo entre el 5% y el 10% de carbohidratos, que incluye carnes, lácteos, nueces, aguacate, queso, pescado, aves, y verduras sin mucho almidón como brócoli y verduras de hoja verde. Lo que se evita son el pan, los cereales, la pasta, las legumbres y la mayoría de las frutas.

Lo que vale la pena: saber que la grasa no es un enemigo. Quizás la moda de las dietas bajas en grasas que empezó en la década de 1980 hizo que quienes se ponen a dieta eviten todas las grasas. Pero no todas las grasas son malas. Consumir porciones moderadas de grasas saludables puede ayudar a perder peso. Grasas insaturadas como aceitunas, nueces, semillas y aceite de oliva pueden ayudar a disminuir el apetito y promover una sensación de saciedad, aportando sabor o textura y logran que los alimentos nutritivos como verduras, con los que a menudo se combinan, sean más atractivos.

Advertencia: La dieta Keto no es para todas, y no es sustentable a largo plazo. Para tener un buen mantenimiento de las hormonas se necesitan ciertas cantidades de carbohidratos. Ojo que la Keto es una dieta alta en grasas, y tenemos que cuidar a nuestro hígado que se llega a saturar y no hacer bien su trabajo de desintoxicación. 

Comparte:

Contenido similar

Los conceptos básicos que debes saber

Los conceptos básicos que debes saber ¿Cuáles son y qué hacen las hormonas en tu...

La montaña rusa de tus menstruaciones y tus hormonas

La montaña rusa de tus menstruaciones y tus hormonas En nuestros años veintes y treintas,...

¿Cuáles son las opciones disponibles para tratar la menopausia?

¿Cuáles son las opciones disponibles para tratar la menopausia? El tratamiento de las alteraciones de...

Fármacos

Fármacos Tratamiento de testosterona La terapia de testosterona podría ser apropiada en los siguientes casos:...

¿Qué es el Mindfulness y cómo se practica?

¿Qué es el Mindfulness y cómo se practica? La práctica de la atención plena permite...

SWAN: 5 cosas que hemos aprendido del estudio más importante sobre la menopausia

SWAN: 5 cosas que hemos aprendido del estudio más importante sobre la menopausia El Estudio...