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Si lo leemos rápido, podrían parecer la misma palabra, pero cuando hablamos de prebióticos, probióticos y postbióticos, debemos considerar sus diferentes funciones dentro de la comunidad de bacterias conocida como microbioma, o flora, que vive en todo nuestro cuerpo, incluyendo el intestino, la vagina y la piel. La flora es una mezcla de microorganismos buenos y malos, y mantenerla en equilibrio junto con una regulación hormonal impactan a nuestro sistema inmunológico, a nuestra salud cerebral, al estado de ánimo, a nuestra piel y metabolismo.
¿Qué son los prebióticos?
En pocas palabras, hablamos del alimento para los microorganismos conocidos como probióticos. Un prebiótico suele ser un alimento rico en fibra que, naturalmente, no podemos digerir, pero que alimentan a los billones de microbios que habitan en tu intestino: cada vez que comes, también los estás alimentando.
¿Cómo puedo consumir más prebióticos?
Muy sencillo, incluye en tu dieta alguno de estos de alimentos de manera continua:
Verduras: espárragos, cebollas, ajo, chalotes, puerros, repollo, chícharos o tomates
Legumbres: garbanzos, lentejas, frijoles y soja.
Cereales integrales: avena, cebada, centeno, trigo y maíz.
Frutas: manzanas, plátanos y sandía.
Semillas: Almendras o pistachos.
Y, los famosos probióticos, ¿qué son?
Los probióticos son microorganismos vivos que ayudan a metabolizar tus alimentos y producir vitaminas, ácidos grasos y otros nutrientes que regulan tu sistema inmunológico.
Los probióticos no detienen directamente los síntomas de la menopausia, sin embargo, tienen un impacto positivo en la salud intestinal, vaginal e incluso ósea. Pueden mejorar el síndrome del intestino irritable y la diarrea relacionada con algunos antibióticos, además pueden reducir el riesgo de infecciones comunes o hasta de diabetes de tipo 2. De hecho, ciertos probióticos como la inulina o los fructooligosacáridos pueden ayudar a la absorción de minerales como el magnesio o el calcio, fundamentales para no sufrir problemas óseos derivados de la disminución de estrógeno en el cuerpo.
¿Cómo aumento los probióticos en mi cuerpo?
Para aumentar la diversidad en tu microbioma, lo más recomendable es sumar alimentos fermentados en tu dieta, como:
Si lo que buscas son suplementos…
¿No eres fan de los alimentos fermentados y estás buscando probióticos en cápsulas, gomitas, polvos y pastillas?, ten cuenta lo siguiente:
Especificidad de cepa: Las cepas de Lactobacillus, Bifidobacterium, Bacillus, Streptococcus, Akkermansia y Roseburia han sido estudiadas en relación a la menopausia.
Ingredientes: Prioriza los probióticos que incluyan ingredientes adicionales destinados a la menopausia.
Seguridad: Para garantizar un consumo seguro de probióticos, estos deben someterse a pruebas de terceros que aseguren su pureza y los liberen de toxinas y alérgenos.
Por último, pero no menos importante: postbióticos
Los desechos generados por los microbios intestinales son conocidos como postbióticos y están compuestos por una amplia variedad de vitaminas, enzimas y aminoácidos. Estos compuestos bioactivos funcionan como agentes antiinflamatorios, antioxidantes e incluso anticancerígenos. Además, contribuyen a la absorción de agua y electrolitos, y ejercen efectos beneficiosos en la función inmunológica. Puedes encontrarlos en alimentos como el café, el chocolate y algunas infusiones (aunque es importante recordar que todo debe ser consumido con moderación).
En resumen, buscar un equilibrio entre prebióticos, probióticos y postbióticos puede contribuir a nuestra salud general. En Sin Reglas, te alentamos a que experimentes incluyendo más de estos elementos en tu dieta y observes los cambios que puedan surgir en tu cuerpo.
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